La ciencia de los seres vivos, hasta donde la conocemos, supera ampliamente la tecnología desarrollada por el ser humano.
Las estructuras de nanotubos de carbono se prodigan en la naturaleza, y sus características resultan difícilmente igualables, prácticamente inimaginables. La vida vegetal que en definitiva soporta la vida en el planeta, se sostiene gracias a esta “tecnología”.
La celulosa es una macromolécula, un biopolímero natural, compuesto de monómeros de glucosa que, unidos por puentes de hidrógeno, crean largas cadenas, nanotubos o fibras capaces de soportar mayores tensiones o esfuerzos que el acero. La lignina es otro biopolímero complejo que se encarga de unir entre sí y aportar rigidez a las fibras de celulosa; cuenta con un módulo de compresión superior al del hormigón.
Estas fibras o biopolímeros naturales forman las estructuras de las plantas, seres vivos que llegan a superar 100m de altura y soportando cientos de toneladas de peso en la base. También resisten la presión y tensiones que la carga de viento ejerce sobre la base de semejante vela. Pese a toda nuestra ciencia, aún nos cuesta entender cómo estos seres vivos resuelven estos y otra serie de problemas imposibles como el “bombear” el agua y los nutrientes desde el subsuelo hasta la copa.
Desde el entendimiento del cómo funcionan y se comportan los biomateriales en los seres vivos, trabajamos el modo de mantener las microestructuras y conjugamos capas incorporando nuevas capacidades a los biomateriales.IMG
De este modo, y a partir de las materias primas que ofrece la naturaleza, Axalko BioComposites ha creado una tecnología de desarrollo de biocomposites avanzados.
Axalko fabrica bicicletas utilizando fibras naturales y madera sostenible, garantizando tanto el rendimiento como el respeto por el medio ambiente.
Las bicicletas de madera de Axalko ofrecen gran absorción de vibraciones, comodidad y resistencia comparables a las bicicletas de carbono.
Los cuadros de las bicicletas Axalko están fabricados con madera de fresno seleccionada por sus excepcionales propiedades mecánicas.
Axalko aplica tratamientos especiales que protegen la madera de la humedad y los cambios climáticos, asegurando la durabilidad y resistencia al agua.
Las fibras naturales proporcionan una flexibilidad natural que absorbe las vibraciones del terreno, ofreciendo una conducción más suave y cómoda.
Axalko utiliza madera proveniente de bosques gestionados de manera sostenible y fibras naturales, reduciendo la huella de carbono y promoviendo la sostenibilidad.
Axalko ofrece opciones de personalización en los acabados de la madera, permitiendo a los clientes elegir tonos y detalles estéticos que reflejen su estilo personal.
Gracias al diseño hueco y a la tecnología de laminación de madera, las bicicletas de Axalko son competitivas en peso, siendo comparables a las de otros materiales.
El mantenimiento es similar al de una bicicleta convencional. Se recomienda limpieza regular y aplicación de cera de abeja para mantener el cuadro en óptimas condiciones.
Todas las bicicletas Axalko se fabrican artesanalmente en el País Vasco, España.